La primera marcha del orgullo en México
Hoy les queremos compartir una historia que nos llena de orgullo y valentía: la primera marcha del Orgullo en México. Así que agárrense de sus banderas y pónganse cómodxs porque este viaje al pasado está lleno de colores y resistencia.
¡La chispa que encendió la llama!
Estamos hablando de los años 70, una época donde ser gay, lesbiana, bisexual o trans en México no era precisamente fácil. La sociedad estaba llena de prejuicios y la discriminación era pan de cada día. Pero como bien sabemos, la adversidad suele ser la madre de la lucha, y así fue como nació la primera marcha del Orgullo en nuestro país.
El 26 de junio de 1978 es una fecha que queda grabada en nuestros corazones. Fue entonces cuando un grupo de valientes decidió tomar las calles de la Ciudad de México para exigir respeto y derechos para la comunidad LGBT+. La marcha fue organizada principalmente por el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR), un colectivo que ya había comenzado a hacer ruido en pro de nuestros derechos.
¿Por qué el 26 de junio?
La elección de esta fecha no fue al azar. Estaba inspirada en los disturbios de Stonewall, ese evento crucial en Nueva York en 1969, donde la comunidad LGBT+ se levantó contra la brutalidad policial. Un año después, en 1970, se realizó la primera marcha del Orgullo en Nueva York para conmemorar esos disturbios, y así comenzó una tradición que se extendió por todo el mundo. En México, tomamos esa inspiración y le dimos nuestro propio toque.
La primera marcha: valientes y pionerxs
A pesar de los temores y la represión, alrededor de 100 personas se reunieron en el Monumento a los Niños Héroes en Chapultepec. No había música estridente ni carros alegóricos, pero había una determinación feroz y un deseo ardiente de ser vistos y escuchados. Las consignas que se coreaban eran claras: ¡Respeto! ¡Igualdad! ¡Derechos para todxs!
Esa primera marcha fue un acto de valentía sin igual. Era la primera vez que muchas personas LGBTI+ se mostraban abiertamente en público, enfrentando no solo la desaprobación social, sino también el miedo a la violencia. Sin embargo, el espíritu de comunidad y la sensación de estar haciendo historia les dio la fuerza para seguir adelante.
¡Cómo hemos crecido!
Desde aquella primera marcha en 1978, hemos recorrido un largo camino. Hoy en día, las marchas del Orgullo en México son celebraciones masivas que atraen a cientos de miles de personas. Las calles se llenan de música, baile, colores y un sinfín de expresiones de amor y orgullo. Pero más allá de la fiesta, seguimos marchando por nuestros derechos y en memoria de quienes nos abrieron el camino.
Cada año, recordamos con cariño y respeto a esos primeros valientes que, con su marcha, encendieron la llama del orgullo en nuestro país. Nos dejaron un legado de lucha y esperanza que hoy, más que nunca, debemos mantener vivo.
Así que la próxima vez que estés en una marcha del Orgullo, recuerda que no solo estás celebrando; estás siendo parte de una historia de resistencia y amor que comenzó hace más de cuatro décadas. Y eso, amigxs míxs, es algo de lo que todxs podemos estar orgullosxs. ¡Nos vemos en la próxima marcha! 🌈💪✨
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